El TEA definido por sus protagonistas
El TEA no es una enfermedad ni nada raro; es una manera diferente de ser y de entender el mundo.
Si algo nos gusta, nos gusta muchísimo, hasta tal punto de que a veces nos obsesionamos y nos cuesta hablar de otras cosas.
Si algo no nos gusta, a veces nos ponemos muy nerviosos y nos cuesta manejar la situación.
A veces tenemos dificultad en entender los dobles sentidos, las ironías, las frases hechas, etc. Somos muy literales y entendemos todo tal cual lo escuchamos.
A veces, cuanto estamos muy contentos o muy concentrados en algo o nerviosos, nos ponemos a hacer movimientos con las manos o con la cabeza o a pegar saltitos. No pasa nada. Forma parte de nuestra manera de expresarnos.
A veces preferimos estar solos que con gente. Esto no significa que no nos guste estar con los demás, sino que también necesitamos nuestros ratitos de estar solos y eso no es malo.
A veces nos cuesta entender qué es lo que está pasando en una determinada situación o juego, nos cuesta adivinar las normas cuando nadie nos las explica.
A veces nos mostramos rígidos y nos cuesta cambiar de pensamiento porque todo el rato estamos pensando en una cosa.
A veces sentimos las cosas que nos rodean muchísimo más intensas que los demás. Por ejemplo, un olor o un sonido. Si el ruido nos molesta, nos sentimos mejor tapándonos los oídos.
Somos personas muy sensibles a las que nos afectan mucho las cosas, tanto buenas como malas.
Somos personas muy buenas y sinceras. Nos cuesta mucho mentir y casi siempre decimos la verdad.
A veces nos da vergüenza estar en un grupo o hablar con mucha gente.
Si las personas (familia, amigos, compañeros de clase, etc.) que nos rodeáis, nos entendéis y sois capaces de poneros en nuestro lugar, nos sentiremos mucho más felices.
Cada persona es diferente. Cada uno sabe hacer bien algunas cosas. Aunque haya otras que las haga un poco peor. Todos somos especiales.
¿Cómo podéis ayudarnos?
- Invitadnos a participar en los juegos.
- Si veis que no estamos entendiendo las normas del juego o de la situación, explicádnoslas.
- Si nos invitáis a jugar y no queremos porque preferimos estar solos, respetadlo; no es nada malo.
- Si veis que no estamos entendiendo algo de lo que explicándonos estáis hablando, intentad decirlo de otra manera.
- Podéis hablar con nosotros de las cosas que nos interesan, pero también podéis ayudarnos a que nos interesen otras cosas.
- Acercaos a conocernos. Somos personas maravillosas de las que podéis aprender muchas cosas buenas.
- Y si hay algo que no entendéis de nuestra forma de ser, no dudéis en preguntárnoslo.