Grupos de hermanos

En ARPA nos parece vital dedicar un espacio para conocer a los hermanos de los chicos y chicas con TEA, dedicarles un espacio donde ellos sean los protagonistas.

Por eso, dos veces a lo largo del curso organizamos un encuentro de hermanos que dividimos en varios grupos según rangos de edad.

En estos encuentros les conocemos, nos interesamos por quiénes son, qué les gusta, qué les disgusta, cómo se sienten en sus vidas, cómo se sienten en sus familias y cómo se sienten con relación a sus hermanos.

Creamos un ambiente de confianza, respetuoso y libre de juicios, donde ellos puedan expresar libremente todas las emociones y los sentimientos que albergan hacia sus hermanos. Sentimientos de amor, de alegría, de protección, de admiración, de agradecimiento y de orgullo hacia sus hermanos salen a la luz en estos encuentros.

Pero también sentimientos de tristeza, de enfado, de miedo, de impotencia, de injusticia, de celos o de vergüenza. Se trata de ayudarles a comprender que todos ellos, aunque parezcan contradictorios, son válidos y pueden coexistir dentro de sí mismos.

El teatro, el arte o el juego son algunas de las herramientas que utilizamos para ayudarles a identificar cómo se sienten y qué situaciones del día a día les generan estos sentimientos. También se les plantean las alternativas que pueden encontrar a situaciones familiares o sociales que les cuesta más manejar con relación a sus hermanos.
Los otros hermanos del grupo se convierten en un reflejo de sí mismos en el que verse reconocidos y comprendidos.

Ser hermano es una experiencia maravillosa y también un camino complejo, lleno de luces y de sombras.
La fratria es un subsistema fundamental dentro del sistema familiar y en ARPA nos parece importante reforzarlo ayudando a los hermanos a encontrar su lugar adecuado en el sistema y a comprender qué significa ser hermano.

Estos son los testimonios de algunos hermanos que han asistido a los encuentros:
«De este encuentro me llevo amistades y conocer gente en la misma situación que yo».
«De este encuentro me llevo soluciones sobre qué decirles a mis padres cuando me enfado con mi hermano».
«Me ha encantado venir aquí. Siempre viene mi hermano a jugar y me daba envidia».
«Me viene genial este encuentro porque así me puedo desahogar sobre mi hermano.
«Ha sido una experiencia muy positiva. He visto que no soy el único en el mundo que siente estas cosas y que lo que siento es normal».
«De aquí me llevo amigos y comprensión, saber que otros piensan lo mismo que yo.