El programa de respiro es una de las intervenciones pioneras y fundamentales de ARPA y cuenta con todos los recursos necesarios para poder atender a personas con TEA cuando la familia, por diferentes motivos, plantea la necesidad de esa atención.

Se trata de un servicio ágil y flexible que apoya a la familia cuando sobreviene otra obligación (laboral o social), enfermedad o necesidad de descanso.

El programa de respiro está vigente las 24 horas del día, los 365 días del año.

Este programa de ARPA tiene como línea prioritaria mejorar la calidad de vida familiar, trabajando para ello, de forma integral, en todos los aspectos que la familia pueda necesitar.

Dentro de este programa existen diversos servicios: atención en piso de respiro, acompañamiento a citas médicas, estancias hospitalarias y paseos, entre otros.

También incluye otro tipo de servicios, como campamentos rurales y urbanos, que responden a las demandas de las familias, especialmente en épocas de vacaciones escolares, y a la necesidad de ocio adaptado para las personas con TEA:

• Campamentos rurales. En ellos, los niños están en contacto directo con la naturaleza, trabajan aprovechando los recursos que esta ofrece, realizan talleres y, por supuesto, disfrutan de animales (gallinas, conejos, burros, cabras…), algo que en la ciudad no pueden hacer.
• Campamentos urbanos. Se llevan a cabo en días de vacaciones escolares que son laborables para las familias: Semana Santa, verano, San Mateo y Navidad. Utilizamos los recursos de la zona para fomentar la integración y la socialización en el mayor número de ambientes posibles (biblioteca, piscina, supermercado, parques…).

Otra prioridad de nuestra asociación es favorecer la integración y la normalización de las personas con TEA en la sociedad. Para lograr ese objetivo, ARPA adapta y aporta los recursos necesarios para que las personas con TEA puedan beneficiarse de programas deportivos, de ocio y tiempo libre, de formación y autonomía como el resto de ciudadanos.

Fomentamos la realización de actividades para que las personas con TEA desarrollen sus habilidades de autonomía, competencias sociales e integración, a la vez que disfrutan de su tiempo libre, promoviendo su participación en actividades normalizadas como asistencia (con apoyo) a actividades deportivas (judo, piscina), paseos con perros de la protectora de animales, biblioteca, cursos, senderismo, natación, etcétera.